Las ventajas del bilingüismo son varias: al aprender un idioma, también se aprende una cultura. Permite, por ende, tener acceso a dos concepciones de la realidad o cosmovisiones. De tal modo que el bilingüe es capaz de describir al mundo de dos formas ya que cada idioma transporta los códigos e imágenes propias a cada una de las culturas.
La persona bilingüe entiende que un concepto puede tener varias palabras para definirlo, sabe que una misma palabra puede contener varias connotaciones y es consciente de la arbitrariedad de las palabras. El bilingüismo facilita la adquisición de más idiomas.